Autoridades sanitarias del condado de Los Ángeles anunciaron esta semana que se volvía a implementar la obligatoriedad del uso de mascarillas en interiores, argumentando un aumento repentino de contagios del coronavirus, a pesar de la gran proporción de personas vacunadas. Sin embargo, el alguacil del condado, Alex Villanueva, confirmó que no permitirá que se haga cumplir el mencionado mandato.
A partir del sábado 17 de julio, el condado de Los Ángeles volvió a implementar una normativa que impone que los residentes utilicen máscaras mientras están en espacios interiores, independientemente del estado de vacunación de cada ciudadano.
Luego de fuertes restricciones impuestas hace unos meses atrás, hasta la semana pasada solo se recomendaba el uso de máscaras en interiores pero no se exigía como requisito legal. Sin embargo, el nuevo mandato exige que los residentes vuelvan a utilizar la máscara al ingresar a cualquier establecimiento público interior, incluidas tiendas minoristas, supermercados, bares, clubes, restaurantes y lugares de trabajo, informó Fox News.
Por el momento no se anunciaron medidas que obliguen a los dueños de comercios a cerrar sus puertas como sucedió en el pasado, pero sus clientes no podrán ingresar sin un tapabocas que les cubra el rostro. Y esta medida no fue bien recibida por ciertos sectores de la población, que a este punto entienden la obligatoriedad del uso de máscaras como una especie de imagen simbólica para transmitir temor y estado de alerta, más que como una herramienta efectiva para combatir el coronavirus.
Tal es así, que el propio alguacil del condado de Los Ángeles, Alex Villanueva, ha confirmado que no permitirá que su departamento haga cumplir el nuevo mandato de máscara del gobernador Newsom que entrará en vigencia este fin de semana.
En un comunicado público, Villanueva manifestó que obligar a quienes están vacunados o ya contrajeron el virus a utilizar máscaras en interiores “no está respaldado por la ciencia y contradice las pautas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU,” quienes hace varios meses ya eliminaron la obligación de utilizarlas.
Villanueva advirtió en el comunicado que si bien es cierto que el Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles (DPH), tiene autoridad para hacer cumplir la polémica normativa, no contará con el apoyo de su departamento para controlar y exigir su uso a la población.
“El Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles (DPH) tiene autoridad para hacer cumplir la orden, pero el Departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles con fondos insuficientes no gastará sus limitados recursos y en su lugar pedirá el cumplimiento voluntario”, dijo.
“Alentamos al DPH a trabajar en colaboración con la Junta de Supervisores y las fuerzas del orden para establecer mandatos que sean alcanzables y respaldados por la ciencia”.
No queda claro por el momento por cuánto tiempo los funcionarios de salud planean mantener la normativa, pero se sobreentiende que en principio continuará por lo menos hasta una nueva reducción considerable de casos positivos.
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