Es más común en la literatura anglosajona, pero tiene su origen en una época en la que todos tecleábamos a máquina de escribir. Como las máquinas usaban fuentes monoespaciadas para que los caracteres estuvieran a la misma distancia —ya fueran anchos como una “m” o delgados como una “i”—, la gente empezó a poner un espacio adicional tras el punto y seguido para que quedara visualmente claro que la oración se había terminado. Luego llegaron los editores de texto con fuentes proporcionadas y el doble espacio dejó de tener sentido. Sin embargo, Microsoft Word siguió admitiendo el doble espacio… hasta ahora.
Según The Verge, la última versión de escritorio de Word ha empezado a marcar el doble espacio como un error de estilo, sugiriendo a los usuarios que usen un único espacio en su lugar. Los usuarios podrán ignorar o desactivar la sugerencia, pero de lo contrario verán un acusador subrayado azul.
“Como el quid del gran debate sobre el espaciado, sabemos que esta es una opción estilística que puede no ser la preferida de todos los escritores, por lo que seguimos haciendo pruebas con los usuarios y permitimos que estas sugerencias sean aceptadas, desactivadas o ignoradas fácilmente en el editor”, dijo a The Verge un portavoz de Microsoft, aclarando que el cambio será gradual.
Según el diccionario panhispánico de dudas, los puntos deben separarse con un espacio de la palabra que les sigue, de manera que el doble espacio estaría considerado un error ortotipográfico. A pesar de esto, y de la ubicuidad de las fuentes con espacios proporcionados, el manual de estilo de la Asociación Americana de Psicología (que a veces se tiene en cuenta también en español) sigue recomendando el doble espacio tras el punto y seguido para facilitar la lectura. Ahora que Microsoft Word ha elegido bando, quizá la cosa cambie.
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