El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, entregó su renuncia al presidente del país, Sergio Mattarella. Lo hizo días después de perder su mayoría absoluta en el Senado y con el objetivo de crear nueva coalición de gobierno capaz de liderar en medio de la pandemia de coronavirus, que ha matado a 85.000 personas en la nación mediterránea y paralizado la economía del país.
La renuncia de Giussepe Conte como jefe del Gobierno es el resultado de la crisis política desencadenada en el seno del Parlamento italiano, luego de que el Partido Viva Italia, de Matteo Renzi, le retirara su apoyo a la coalición liderada por Conte la semana pasada.
Aun siendo un socio menor, el partido dejó sin mayoría parlamentaria a Conte, que, criticado por su manejo de la emergencia sanitaria y por la consecuente recesión económica, no tuvo éxito en atraer a senadores centristas e independientes a su coalición.
Sin opciones, se vio obligado a renunciar, en una estrategia para tener tiempo de recuperar apoyos o de alcanzar un acuerdo con el Partido de Renzi.
Y es que en Italia han fallecido ya 85.000 personas como consecuencia del nuevo coronavirus. Es la segunda mayor tasa de mortalidad de Europa, solo detrás del Reino Unido. A nivel mundial, ocupa el sexto puesto en número de muertes a causa de la pandemia.
Mattarella iniciará consultas con las distintas fuerzas políticas
Con este panorama, que ya se veía venir, el presidente, Sergio Mattarella, anunció que iniciará este miércoles 27 de enero una ronda rápida de consultas con los distintos partidos políticos para evaluar si realmente Conte tiene posibilidades de lograr el respaldo necesario y conformar un nuevo Gobierno.
Seguirán algunos días de plazo en los que Conte podrá llegar a un pacto con las fuerzas políticas y proponer un nuevo gabinete que le ponga fin a la crisis política.
De momento, los principales partidos de la coalición, el Movimiento 5 Estrellas antisistema y el Partido Demócrata de centro izquierda, mantienen su apoyo a Conte.
La subdirectora del Partido Demócrata, Debora Serracchiani, dijo a periodistas locales que, “Conte es un elemento esencial y necesitamos ampliar y relanzar la acción del gobierno”.
Mientras Conte trabaja para convencer legisladores, se plantea la posibilidad de elecciones anticipadas, aunque el presidente buscaría evitar esa vía en medio de la crisis sanitaria. Si Conte no puede encontrar nuevos aliados, Mattarella podría buscar otro político a quien considere capaz de armar una coalición que devuelva estabilidad al país.
Si eso falla, Italia irá a comicios parlamentarios dos años antes de lo previsto, pero por ahora ese sería el escenario menos probable.
En pro de un acuerdo que evite realizar elecciones en pleno tercer pico de la pandemia de Covid-19, la clave para solucionar la crisis gubernamental está en ajustar el plan de gasto de 200.000 millones de euros dados por la Unión Europea para poner en marcha la recuperación de la economía, que vive su peor caída desde la segunda guerra mundial.
Justamente fue el uso del dinero lo que desembocó en la renuncia de Renzi a la coalición gobernante. Para el ex primer ministro su sucesor carece de visión estratégica, y se arriesga a desperdiciar los fondos sin precedentes que está recibiendo el país, pues la propuesta inicial abordaba donaciones en lugar de inversiones a largo plazo.
Conte está en una carrera contra el tiempo, pero goza de opciones razonables, siendo el político con mayor popularidad en Italia, con 56% de aprobación, podría aspirar a formar su propio partido o incluso a dirigir el partido 5 Estrellas, su mayor patrocinador en política y la mayor agrupación en el legislativo.
Giuseppe Conte es abogado sin afiliación política directa, llegó al poder por primera vez en 2018 después de que 5-Star formara una coalición con la Liga de extrema derecha. La alianza terminó un año después pero Conte permaneció como jefe de una nueva administración.
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