El gobernador de Texas, Greg Abbott, anunció la prohibición de los llamados pasaportes de vacunas, convirtiéndose en el segundo gobernador de Estados Unidos en hacerlo oficialmente, solo unos días después de que Ron DeSantis, de Florida, hiciera lo mismo. El gobernador de Mississippi, Tate Reeves, es otro que podría también hacerlo oficial muy pronto.
Abbott hizo un anuncio el martes declarando que a ninguna agencia gubernamental o entidad política de Texas se le permitiría exigir «pasaportes de vacunas» en todo el estado.
“No pisoteen nuestras libertades personales”, advirtió el gobernador, aun cuando dejó claro que no estaba en contra de la idea de la vacunación en principio, sino que le molestaba la vacunación forzada.
«Todos los días, los tejanos regresan a la normalidad a medida que más personas se vuelven (y se vuelven) inmunes a la propagación del Covid-19», declaró Abbott.
El asesor médico de la administración de Biden, Anthony Fauci, parecía casi disgustado con la negativa de Texas a deslizarse por la espiral de muerte predicha por el Covid, donde “los restaurantes y los bares están llenos y abiertos, los estadios de béisbol están llenos y, sin embargo, hemos visto los casos y las hospitalizaciones desde entonces continúan marcando a la baja ”, como lo expresó un anfitrión de MSNBC.
“Parece 2019” , dijo conmocionado, y señaló que los bares y restaurantes en Florida y Texas estaban abarrotados de personas que celebraban su derecho latente a reunirse fuera de sus hogares.
Al menos 17 pases de vacunas separados están en proceso para rastrear los datos médicos de los viajeros en Estados Unidos, dijo la administración de Biden a los medios a principios de esta semana.
El homólogo de Abbott en Florida, Ron DeSantis, dio a conocer una prohibición similar el viernes, que prohíbe a todas las agencias estatales y empresas locales emitir «pasaportes de vacunas» y prohíbe a las agencias gubernamentales estatales hacer negocios con empresas privadas que requieren dichos pasaportes.
Ha permitido que negocios y restaurantes operen a plena capacidad desde septiembre, atrayendo multitudes de visitantes mientras otros estados costeros permanecían al menos parcialmente cerrados, y durante semanas ha denunciado los pasaportes de vacunas como una forma «completamente inaceptable» de intrusión gubernamental.
La propia Organización Mundial de la Salud dejó claro hoy mismo que no apoya los pasaportes de vacunas como una necesidad para viajar.
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